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Esa chica que parece del norte de Europa, pero que es más madrileña que yo, mi compañera de bus, de prácticas, de frikismo youtubil, de experiencias religiosas, de alegrías y penas, de karaoke y de un montón de cosas más... ha conseguido que llore de risa en las últimas 24 horas, 2 veces.

Primero por su último relato basado en hechos reales (copy&paste de su tuenti):

"Desde el primer momento notamos algo diferente. El conductor del autobús 227 que salía de alcalá a las 7 de la tarde, no era de los habituales. Ni siquiera era de los esporádicos. Era un completo desconocido. Nos percatamos además de que vestía un extraño atuendo, un chaleco color morado, que en nada se parecía al uniforme de los conductores.

Ya desde que subimos comenzamos a sospechar. Pero optamos por ser discretas y nos limitamos a comentar en voz baja nuestros temores. Sin embargo, nuestras sospechas se hicieron realidad. Cuando llegamos al chorrillo, el misterioso conductor salió al paso de uno de los autobuses rojos, impidiéndole avanzar. Nuestro autobús había bloqueado la carretera. Ahora, estábamos a merced del secuestrador de autobuses verdes. Cuál no sería nuestra sorpresa al observar que el malévolo conductor abría la puerta delantera y, acto seguido, abandonaba el autobús verde para dirigirse sigilosamente al rojo. Lo que en el autobús rojo ocurrió entonces, será siempre una incógnita. Cuando quisimos darnos cuenta el autobús avanzaba contra nosotras, que, aterrorizadas e impotentes, observamos con pavor cómo el autobús rojo embestía el cristal en el que laura apoyaba su cabeza, sellando para siempre su destino.

Tras unos minutos que se nos tornaron eternos, el misterioso hombre de chaleco morado descendió nuevamente del autobús rojo para subir al verde. Volvíamos a estar bajo su control.

El camino transcurrió sin nuevas incidencias pero, cuando ya respirábamos aliviadas, llegamos a Canillejas. Fue entonces cuando nuestro conductor tomó un desvío que nunca antes habíamos visto.

Afortunadamente, todo se resolvió cuando el autobús volvió de nuevo a la carretera. Aún así, ya a salvo en avenida de américa, nuestro conductor misterioso dio un rodeo y estacionó el autobús en una zona que no le correspondía, momento que laura aprovechó para deslizar su mano en el monedero en busca del metrobús.

Por fortuna, podemos contarlo. No obstante, aún quedan muchos interrogantes: ¿qué ocurrió en el autobús rojo? ¿quién era el misterioso conductor? ¿qué le ocurrió al verdadero conductor de las 7? Y, lo más importante, ¿existe un uniforme morado?

Quizá algún día logremos dar respuesta a tantas incógnitas. De momento, lo único que nos queda por hacer es dar gracias por seguir con vida, y aconsejar a todos los que, en algún momento de vuestra vida, os halléis en una situación similar: nunca subáis a un autobús si su conductor os resulta sospechoso. Podríais acabar muertos.
Eso es todo lo que podemos deciros por ahora. Un saludo y gracias por vuestra atención."

Y la segunda razón por la cual me duele la tripa de reirme es esta foto:

No consigo imaginarme mi vida con un amigo así.. no creo que fuese posible :P

Actualizado: aparte de Barney Stinson, también tuve otras compañías en mi graduación. Porque si alguien puede llevar a José C. (aaay los malacatooones!!), yo puedo llevar a Ángel!!


Actualizado otra vez: creación nueva