Este mes se ha adelantado el post, así que estas indignaciones no son hormono-dependientes :P
- Me indigna que me de un ataque de tos en el bus, y pueda molestar a los demás. Me indigna que el ataque vaya a más, y necesite quitarme las gafas porque se me van a caer al suelo, necesite sacar la botella de agua de la mochila, buscar las lizipainas al fondo, y tener un clinex a mano, porque las arcadas me vienen sin avisar. Pero lo que más me indigna, es que mires con pena a tu compañera de asiento intentando insinuar entre tanto sonido gutural, tos, falta de aire, etc.. un "porfa, me sujetas la mochila??" y que la muy pava (repito: MUY PAVA) te mire con cara de "tia, que haces?? como se llama eso?? toser? ays, es que en mi jet privado nadie hace eso".
- Si hay algo sobre la faz de la tierra que me indigne soberanamente son las llamadas bromas, inocentadas... o simplemente que me tomen el pelo. Lo siento, no entiendo que tiene de gracioso o productivo engañar a una persona para ver su reacción ante un suceso que no ocurriría si no fuera por la magnífica imaginación de algunas personas. Prohibiría programas del tipo "cámaras ocultas con sustos", multaría por cada vez que en una fiesta infantil, un payaso simula cortar el dedo de un niño con una miniguillotina y por supuesto, anularía la festividad de los Santos Inocentes.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
8:31 p. m.
Con lo q molan las inocentadas!! Bueno, algunas... Hay un vídeo muy chulo por ahi de una cámara oculta, a ver si te lo encuentro y te pongo el link! Aunq iwal ya lo has visto...
8:37 p. m.
Te lo paso por el tuenti!!